El estudio de Potenciales Evocados es una prueba que se utiliza para estudiar la actividad eléctrica cerebral frente a estímulos externos.
Cada uno de estos estímulos se recoge por un órgano sensorial diferente, donde se traducen a impulsos eléctricos que viajan a través de las neuronas hasta llegar a áreas específicas del cerebro, donde se interpretan.
En este estudio se registra esta actividad eléctrica mediante una serie de electrodos superficiales que recogen los impulsos eléctricos y los amplían para poder estudiarlos. Es por lo tanto una prueba muy parecida al electroencefalograma.
Gracias a estos estudios se pueden identificar lesiones neurológicas en casi cualquier zona del sistema nervioso; además, son especialmente útiles en pacientes que, por diferentes motivos, no pueden expresar si son capaces de notar estímulos externos.
Los estudios de Potenciales Evocados se dividen según el órgano sensorial que se estudia. Los principales son:
Estudio de Potenciales Evocados visuales: se estudia la recepción cerebral de estímulos visuales. Para ello se pide a la persona que se somete al estudio que mire una pantalla donde aparece una luz blanca intermitente.
Estudio de Potenciales Evocados somatosensoriales: se estudia la recepción cerebral de estímulos táctiles. Para ello se colocan una serie de electrodos en las zonas de la piel que se quieran estudiar y se aplican descargas eléctricas suaves.
Estudio de Potenciales Evocados auditivos: se estudia la recepción cerebral de estímulos auditivos. Para ello se producen una serie de chasquidos y tonos agudos que son audibles para el oído humano.
El médico que analiza este tipo pruebas es el neurofisiólogo o neurólogo. El estudio se suele realizar en unidades neurofisiológicas específicas, y con los datos que aporte se podrá hacer un análisis del origen de las alteraciones neurológicas que presente el paciente. No es una prueba muy cara, pero su interpretación es difícil, y siempre debe acompañarse de un buen estudio médico completo mediante entrevista clínica y exploración física.
Cuándo se hace un estudio de Potenciales Evocados
Los estudios de Potenciales Evocados son útiles cuando se sospechan las siguientes enfermedades:
Detección precoz de la sordera en neonatos: con estos estudios se pueden comprobar que un recién nacido recibe los estímulos auditivos en el cerebro, descartando así que tenga un daño en el oído.
Identificación de lesiones neuronales: casi cualquier interrupción en las vías nerviosas podría ser detectada mediante este tipo de estudios. Se suele utilizar por ello en el diagnóstico de esclerosis múltiple, politraumatizados o parálisis medular, entre otros trastornos.
Descartar simulaciones o patología psiquiátrica: hay ciertas situaciones en las que los síntomas neurológicos son simulados voluntariamente o en el contexto de una alteración psiquiátrica. El estudio de potenciales evocados es una prueba completamente objetiva que detecta si realmente llegan señales eléctricas al cerebro.
Diagnóstico del tumor neurinoma del nervio acústico: este tipo de tumor aparece en los nervios que transmiten los impulsos nerviosos desde el oído al cerebro. Provoca sordera y puede ser detectado mediante estos estudios.
Estudio del paciente en coma: cuando una persona está en coma es difícil decir qué zonas del cerebro están dañados. Los potenciales evocados permiten identificar las áreas cerebrales que no tienen actividad a pesar de los estímulos externos.
Estudio de la ceguera: los potenciales evocados pueden señalar si la lesión nerviosa que impide la visión se encuentra en la retina y el nervio óptico, o si se encuentra en la corteza cerebral encargada de recibir las señales eléctricas.
Preparación para el estudio de Potenciales Evocados
Si le van a realizar un estudio de potenciales evocados estas son las cuestiones que debe tener en cuenta:
Duración: el estudio de potenciales evocados dura de 1 a 2 horas, aunque gran parte de este tiempo se dedica a la preparación y la recogida del material necesario.
Ingreso: este estudio, una Unidad de Neurofisiología, tras la prueba podrás volver a hacer tu vida normal. Te recomendarán haber dormido poco la noche anterior, excepto si se trata de una prueba de potenciales evocados visuales, en cuyo caso debes llegar bien descansado.
¿Es necesario ir acompañado?: no es necesario ir acompañado.
Medicamentos: no es preciso tomar ningún medicamento previo. Se debe comunicar al especialista todas las medicinas que se toman habitualmente, y él decidirá cuáles suspender o mantener, especialmente si toma fármacos contra la epilepsia, enfermedades psiquiátricas, antiarrítmicos o relajantes musculares.
Comida: no hace falta permanecer en ayunas antes de la prueba ni después.
Ropa: puede acudir a la cita de la prueba con la misma ropa de cada día; quizá le pedirán que se descubra la parte del cuerpo a estudiar. Se deben evitar las cremas y productos de higiene personal en la zona del cuerpo a estudiar. También debe evitar ponerte mascarillas o lacas en el pelo.
Documentos: es importante llevar contigo el volante en el que se indica la realización de esta prueba. Tiene que llevar el historial médico sobre las enfermedades a estudio, si las tienes, aunque el médico ya lo tendrá con él. Puede que le den algún documento después de la prueba.
Embarazo y lactancia: los estudios de potenciales evocados no están contraindicados en el embarazo o lactancia.
Contraindicaciones: puede ser un tipo de estudio contraindicado en los enfermos de epilepsia porque ciertos estímulos (especialmente los visuales) pueden desencadenar una crisis. Tampoco se suelen realizar estímulos táctiles a las personas con miopatías u otras enfermedades de los músculos, por el riesgo de que sufran espasmos sostenidos.
Cómo se hace el estudio de Potenciales Evocados
Para hacer un estudio de potenciales evocados, en primer lugar el médico especialista valorará si puede ser útil para el diagnóstico. Si lo ve oportuno, le citará un día para realizarte la prueba y le explicará las medidas básicas que debes saber para someterte a la misma. Evite las bebidas con cafeína (café, coca-cola, bebidas energéticas, etcétera) el día antes de la prueba, y no se ponga cremas ni lociones el día de la prueba en la zona del cuerpo que le vayan a estudiar, tampoco laca, mascarillas o gomina en el pelo. Si se trata de una prueba de potenciales evocados visuales le pedirán que descanse bien en casa para estar despierto y atento al día siguiente, pero para el resto le pedirán que duerma pocas horas, porque así estará más somnoliento y será más fácil realizar la prueba.
Cuando llegue al hospital y pase a la sala de la prueba le pedirán que se recueste en una cama o un sillón cómodo. Si es necesario le pedirán que se descubra la parte de su cuerpo a estudiar. Limpiarán la superficie de la piel y del pelo con productos antisépticos para así limpiarla de gérmenes y eliminar la grasa superficial.
Los electrodos se los colocarán pegados a la piel con un gel; en el cuero cabelludo también utilizarán un gel, pero los electrodos se suelen poner ensamblados en una gorra para que su colocación sea más fácil. Si se trata de un estudio somatosensorial quizá te coloquen electrodos en piernas, brazos y espalda.
El número de electrodos es muy variable, depende de la alteración neurológica a estudiar, del órgano sensorial afectado, y de la extensión del estudio. Varía desde un par de electrodos hasta más de veinte. Todos los electrodos tienen un cable que termina en un osciloscopio que registra todas las señales eléctricas.
Una vez colocados todos los electrodos se le estimulará por distintas vías, según el órgano sensorial a estudiar. Si es un estudio de potenciales visuales verás destellos de luz repetidos, tableros de ajedrez en movimiento, y otras formas de luz. Si es un estudio auditivo escuchará chasquidos y tonos agudos de forma repetida.
Si es un estudio somatosensorial, notará pequeñas descargas eléctricas, muy poco molestas, en las zonas de la piel que se tienen que estudiar. Durante todo ese tiempo el técnico que está realizando la prueba le dará órdenes sencillas, como que cierre los ojos o que respire profundamente.
Una vez finalizada la prueba se retirarán los electrodos uno a uno. Se limpiará de nuevo la zona para retirar el gel, aunque después en casa tendrá que limpiarse mejor y lavarse el pelo. Después puede realizar tus actividades cotidianas con normalidad, aunque tenga en cuenta que su cabello puede ofrecer un aspecto de falta de higiene.
Complicaciones del estudio de potenciales evocados
El estudio de potenciales evocados es una prueba muy poco invasiva y no suele suponer ningún riesgo para las personas que la realizan. Algunas complicaciones que se han descrito es que algunos de los electrodos pueden llegar a irritar la piel en personas especialmente sensibles, algo muy poco frecuente.
El estudio de potenciales evocados visuales debe realizarse con cautela en personas que hayan sufrido ataques epilépticos previos.
Resultados del estudio de Potenciales Evocados
Durante todo el estudio de potenciales evocados los diferentes electrodos captan las señales eléctricas, que se almacenan en una memoria digital. Al mismo tiempo que se realiza la prueba se pueden observar estas mediciones, pero es prácticamente imposible analizarlas porque se necesita tiempo y dedicación para estudiar los diferentes registros al mismo tiempo.
El neurofisiólogo o neurólogo analizará el registro de los impulsos nerviosos que se han detectado en cada una de las regiones nerviosas estudiadas. En cada registro se observarán una serie de ondas, que se alteran según la intensidad y la duración de las señales neuronales. Se deben estudiar con detenimiento para comprobar que efectivamente las alteraciones eléctricas son debidas a estímulos sensoriales externos.
Podrá ir a recoger los resultados al médico especialista que le mandó la prueba, y que normalmente será un neurólogo u otorrinolaringólogo. En esa cita el profesional le explicará las alteraciones que se han visto a lo largo del estudio. Puede que considere necesario realizar más pruebas que precisen más el diagnóstico, como por ejemplo una tomografía computarizada o una resonancia magnética. le explicará las diversas opciones de tratamiento en su caso, y le recomendará la más adecuada.
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